martes, 18 de septiembre de 2012


Majestosas aves que surcan el cielo…


Una vez mas y después del preámbulo que fue la exhibición área en la base de Santa Lucia, este 16 de septiembre nos deleitamos no solo con la marcialidad y disciplina de las fuerzas armadas, que por tierra están prestas a acudir al llamado de la nación, también los cielos se estrujaron con el rugir de turbinas, turbo hélices y rotores, que hicieron elevar la vista a mas de uno.

Esta mañana del 17 de septiembre, 24 horas después del desfile militar, los diarios de circulación nacional y la televisión, mostraron espectaculares imágenes de las formaciones que las  aeronaves de la FAM, Armada y policía Federal ejecutaron. Es loable que pese a las carencias de equipo, mantenimiento y programas de modernización, siga existiendo el interés por hacer de nuestra aviación militar  el brazo fuerte de las fuerzas federales.

Destacaron como desde hace mas de 20 años los viejos pero rudos F-5 Tigre, que al paso escoltaron a otro ya venerable miembro de la FAM, un honorable Boeing 727 – 100, cuyo máximo atributo es ser “combi”, esto es poder transportar carga y pasaje.

Los mas lucidos, por su cantidad, fueron los PC-7 pilatus, que pese a ser un entrenador, han cumplido ya algunas misiones de combate y que año tras año zumban como mosquitos sobre el cielo de la capital.
Dentro de las nuevas adquisiciones, podemos destacar cuatro avioncitos turbohélices conocidos como TEXAN II, herederos de una larga tradición como aviones patrulla, combate y entrenamiento. Dicho sea de paso lo de “avioncitos” es únicamente por su tamaño ya que volarlos requiere una enorme habilidad y destreza, puesto que su desplazamiento supera los 700 Km/h.

Las alas rotatorias también dieron muestra de las habilidades de los pilotos helicopteristas de las diferentes áreas, ya que se pudo ver en vuelo aeronaves de tres nacionalidades diferentes. Por un  lado los Cougar de nacionalidad francesa, el MIL MI soviético y el Black Hawk norteamericano. Quien lo fuera a pensar dos acérrimos enemigos volando en el espacio aéreo de un país neutral.

El brazo fuerte y mas espectacular de las pasadas aéreas corrió a cargo de los Alenia Spartan, de nueva adquisición, los CN – 295 que ya tiene unos dos añitos aquí en el país y por su puesto de su majestad el poderoso C-130 Hércules, el cual a pesar de su reducido numero en nuestra aviación militar constituye el eje fundamental  para el  desplazamiento que la carga y equipo del ejercito requiere; lo cual quedó demostrado horas mas tarde de terminado el desfile, ya que se pudo ver aun par de estos aviones continuando con su dura labor, llevando y trayendo la carga que se les asigna; demostrando así que pilotos, personal de tierra y estas venerables aves,  están preparados  para emprender una misión mas en cualquier momento y condición.

Agradecemos infinitamente al encargado del clima que las condiciones meteorológicas hayan permitido que en la parte noroeste   de la zona conurbada, los contingentes de toda el ala fija pudiesen mostrar la fuerza que cada maquina tiene. Así se disfruto de los PC-7, los TEXAN y los pesos pesados de nuestra aviación.
Debo ser sincero y agradecer a las administraciones Panistas el volver a otorgar a los agrupamientos aéreos la autorización de volver a participar en los desfiles y ruego  porque el nuevo gobierno no solo confiera continuidad a este tipo de eventos o a la exhibición de La Gran Fuerza de México, sino que apoye aun mas a la aviación militar mexicana, la cual dicho sea de paso aun no esta como la anhelaron Villasana, los Aldasoro o el mismísimo Roberto Fierro, quien dio la entrada a los primeros Jets en nuestra Fuerza Aérea.


Finalmente un reconocimiento a todos los hombres y mujeres que forman parte de las fuerzas armadas, en especial a los que están al servicio de la aviación ya que tiene una de las profesiones más hermosas que puedan existir. Ojala y el ejemplo de disciplina, entrega, compromiso que dan en cada ejecución, sea imitado por los jóvenes de nuestra nación. Ahora si como colofón,  un gran reconocimiento al personal de tierra, principalmente los mecánicos, por su ardua labor por hacer volar equipos tan rústicos como los B-727 o los F-5; que dicha poder ensuciarse las manos con la grasa de un motor, aspirar el olor a turbosina quemada, acariciar la suave, tersa y fría textura de la lamina, apretar con suavidad pero con firmeza el gatillo de una remachadora y hurgar en las entrañas de esas magnificas aves que a todos nos sorprenden.  

Gracias…

C-130 Hércules







1 comentario:

Camila dijo...

Es muy dificil ser parte de la fuerza aérea. Llevás una vida muy singular y siempre se hacen pruebas difíciles para las cuales tenés que estar muy calificado para sobrellevar. Lo que está bueno es que tienen pasajes en avión para ir adonde quieran en los momentos libres, y siempre van a visitar a sus familias y amigos, que probablemente se encuentran en otra ciudad. Y al ser en avión, pueden viajar por el fin de semana y no pierden ni un segundo del mismo!